miércoles, 18 de junio de 2014

Agotadas las entradas para el Bilbao BBK Live 2014

120.000 personas abarrotarán las campas de Kobetamendi los días 10, 11 y 12 de julio


Ayer se confirmó. El Bilbao BBK Live 2014 registrará un “sold out” histórico. Un total de 120.000 personas se acercarán a las campas de Kobetamendi los días 10, 11 y 12 de julio. Ya no queda ni un solo abono de los 35.000 puestos a la venta en noviembre, ni una sola entrada, ni acceso al camping. La música se ha crecido ante la adversidad de la crisis y la subida del IVA en espectáculos musicales.

El preludio del “no hay billetes” comenzó el lunes 9 de junio, cuando la organización anunciaba que los bonos para los tres días y las entradas de día para sábado 12 estaban a punto de agotarse y que las del jueves y el viernes volaban a velocidad de vértigo. En unas pocas horas, se consumó el primer “sold out” de la historia del festival, y ayer se anunció que no quedaba ni un solo billete. Las cifras récord de 2012, con 109.178 asistentes, ya son historia.



Se trata de una grandísima noticia para un evento que a lo largo de los años ha visto cómo su prestigio ha ido ganando enteros progresivamente del mismo modo que lo hacía su repercusión internacional. El trabajo en este aspecto ha sido clave para lograr este éxito, más allá de la calidad del cartel. Sin duda, cualquiera de los carteles de años anteriores es equiparable en calidad al de este año, es más, en mi opinión es el más flojo de las últimas ediciones.

Sin embargo, esta historia poco o nada tiene que ver con el cartel; el atractivo turístico de Bilbao, un buen marketing a nivel internacional, el prestigio ganado a pulso, la óptima organización.... todo ha influido para que el Bilbao BBK Live le haya dado en los morros a la maldita crisis que está viviendo el sector musical agravada por la subida del IVA a los espectáculos. 

Está claro que cuando las cosas se hacen como es debido y entre todos, los problemas son superables, y es que el Bilbao BBK Live se alimenta de Bilbao y de Bizkaia y viceversa, y en medio está la pasión por la música. Es sin duda, un triunfo del propio festival, de la ciudad, de Bizkaia y, cómo no, de la música.